Utilizo cuencos y diapasones, de afinación planetaria, cuales aplico directamente sobre el cuerpo vestido o bien alrededor, en el aura, creando un “baño” vibracional. Trabajo con 3 a 8 cuencos, según la situación y necesidad.
¿Que efectos tiene?
La vibración de los cuencos y de los diapasones se trasfiere a nuestro cuerpo físico induciendo un micro masaje celular de todos los tejidos y órganos, energetizándolos y armonizándolos; aportando vitalidad.
Las ondas sonoras a su vez, se trasfieren de una manera todavía más sutil a los líquidos del cuerpo, armonizando toda nuestra estructura molecular y subatomar.
El patrón rítmico del masaje reorganiza y reestructura los bioritmos físicos, emocionales y mentales.
El campo vibracional de los armónicos limpia informaciones negativas de los cuerpos sutiles, capaz de disolver estas cristalizaciones o energías potencialmente dañinas mucho antes de que lleguen al cuerpo físico.
La ritmicidad en conjunto con el campo vibracional cambia la actividad cerebral retardando las ondas cerebrales, creando más conexiones sinapticas e integrando los dos hemisferios.
¿Quién puede beneficiarse de un masaje sonoro?
Bebés, niños, jóvenes, adultos y ancianos que quieren darse un regalo exquisito.
Personas de cualquier edad con problemas de salud y/o dolor crónico.
Personas reconvalecientes de cualquier edad.
Personas en proceso de crecimiento personal.
Personas en búsqueda de experiencias transpersonales.
Animales de compañía.
Embarazadas a partir del 5º mes.
Contraindicaciones
Personas con problemas psiquiátricos agudos.
Personas bajo la influencia de cualquier sustancia que altera la consciencia.